La Reforma Electoral y el Voto Mexicanos desde el Extranjero
La reforma electoral recién aprobada amplía el derecho de voto de los mexicanos en el extranjero sin poner en riesgo las funciones del INE respecto al Padrón Electoral. Entre las críticas más duras por parte de los oponentes a la reforma electoral, mejor conocida como el Plan B, es que el Padrón Electoral será gravemente afectado. Tal afirmación ha funcionado bien en la narrativa para denostar la reforma pues si algo es cercano a la gente respecto al INE, es la credencial para votar que lo mismo sirve para votar que para identificarse en diversos trámites. Y justamente por la importancia que tiene el Padrón y la credencial para votar, es obligado analizar el tema. Tomemos el caso del voto emitido por connacionales desde el extranjero para analizar qué tan ciertas son las afirmaciones de que la Secretaría de Relaciones Exteriores podrá validar la Lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero, y de que se podrá votar sin contar con una credencial para votar. En la ley electoral recientemente reformada se establece que “para la incorporación en el Padrón Electoral de personas ciudadanas mexicanas residentes en el extranjero, será suficiente la presentación del pasaporte y el registro de firma y huellas dactilares en las oficinas correspondientes o en la plataforma digital dispuesta para dicho efecto” (Art. 135.1).
Dicho lo anterior es importante recalcar varios elementos. Primero, que esta disposición solo se dirige a los mexicanos que residan en el extranjero, pues para quienes habitamos el territorio nacional deberemos cumplir con los mismos requisitos de siempre para obtener una credencial para votar. Segundo, tal modificación es acorde con los cambios que ha tenido el modelo de voto extraterritorial desde su aprobación en 2005. La elección federal de 2006 fue la primera vez que los mexicanos en el extranjero pudieran votar vía postal para la elección de presidente de la República. Luego, la reforma de 2014 amplió ese derecho al extenderlo a otros cargos de elección popular, incluyó la posibilidad de voto electrónico, y también abrió la puerta para la credencialización en consulados y embajadas de México. Aunque el voto de los connacionales continúa representando un porcentaje marginal respecto a la votación total, estos cambios normativos se han reflejado en un aumento de la participación de nuestros compatriotas. Por ejemplo, en la elección de 2018 se recibieron 98 mil votos para elegir presidente de la República, comparado en los casi 41 mil votos recibidos en 2012.En este contexto de cosas, puede decirse que la posibilidad de que los connacionales puedan ejercer su voto desde el extranjero con su pasaporte es una modificación que potencia el ejercicio de su derecho a votar. En ello abona el hecho de que la propia Ley de Nacionalidad establece que el pasaporte es un medio de identidad legal y también un comprobante de la nacionalidad mexicana.
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